El biofeedback es una técnica terapéutica que permite a las personas controlar procesos fisiológicos que generalmente son automáticos, como la frecuencia cardíaca, la tensión muscular, y la temperatura de la piel. Mediante el uso de dispositivos electrónicos, el biofeedback proporciona información en tiempo real sobre estos procesos, ayudando a los usuarios a aprender a regularlos.
¿Cómo el biofeedback puede cambiar tu mente?
El cerebro y el cuerpo están conectados, el cerebro está regulando e interpretando todo lo que le pasa a tu cuerpo. Cada poco tiempo realiza un escáner para ver que todo está bien o si pasa algo, averiguar por qué y tomar medidas. Esto se realiza a través del Sistema nervioso Autónomo SNA.
Con el biofeedback vamos a controlar de manera consciente estas medidas para encontrarnos bien, no tener dolores, ni estrés, ni ansiedad. Teniendo estas medidas en valores estándar el cerebro estará bien pues no encuentra señales de ansiedad o malestar.
Del mismo modo, con el biofeedback podemos poner nuestro cuerpo a punto para poder rendir al 100%, para lo que se necesita cierto grado de activación, que dependerá de la tarea que vayamos a realizar. Sin esta activación es imposible rendir al máximo y ser eficaces.
El cerebro ante las demandas del entorno, activa el SNA para preparar nuestra atención, corazón, respiración o músculos para que pueda rendir al máximo.
Por ejemplo, ante un león, el cerebro activa el SNA para poder dar una respuesta ante el peligro como la lucha o la huida. En el caso de que se produzca esta activación sin león, es los que se conoce como ansiedad, en este caso el cerebro imagina miedos que no son reales para explicar esta activación, como que nos va a dar un ataque al corazón o que nos falta el aire y nos moriremos.
A veces, como en el estrés bueno esta activación nos ayuda a un mejor desempeño de la tarea pero a largo plazo produce enfermedades debido a la alta activación de órganos activados por el SNA para dar respuesta de activación, se produce agotamiento.
Para rendir bien en los estudios o en el trabajo necesitamos cierto nivel de activación, por lo que aprender a manejar tu SNA cuando lo creemos conveniente es todo una ventaja.