Existen múltiples y numerosas definiciones de aprendizaje; se entiende como el proceso de adquisición de conocimientos, habilidades, valores y actitudes posibilitado mediante el estudio, la enseñanza o la experiencia. En palabras de Chance (1984), se define como un cambio relativamente estable, sin especificar, dentro del organismo que posibilita un cambio en la conducta; se debe a la experiencia y no puede explicarse en términos de reflejos, instintos o maduración o influencia de la fatiga, de las lesiones, enfermedades o drogas.

A los tipos de estímulos que ayudan a aumentar una conducta, y por tanto a que ésta se aprenda se les denomina reforzadores; existen dos tipos de reforzador:

  • Reforzador positivo: Implica la aparición o aumento de la intensidad de un estímulo y repercute en la probabilidad de que se repita la conducta.
  • Reforzador negativo: Implica el quitar o disminuir la intensidad de un estímulo y repercute en la probabilidad de que se repita la conducta.

En el presente estudio, continuación de otro anterior el cual sirvió como seguimiento, se estableció un tratamiento basado en la neurorretroalimentación a un total de 16 niños con Trastorno del Aprendizaje y retraso en la maduración de su electroencefalograma (EEG). Se consideraron dos grupos: a uno de 8 niños se le dio tratamiento con reforzador positivo y otro recibió tratamiento con reforzador negativo.

De los resultados obtenidos fue posible extraer, entre otras, las siguientes conclusiones:

  • Aunque se observó mejoría en ambos grupos, éstos fueron más rápidos en el grupo al que se le administró el tipo de reforzador negativo.
  • Ambos grupos, tres años después del tratamiento, continuaron mostrando mejoría, tanto en el EEG como en su conducta.
  • En el EEG, es posible observar que el aprendizaje se da en primer lugar en el grupo que recibió refuerzo negativo y no parece extinguirse con el paso del tiempo.
  • La mejoría conductual parece ser superior también en el grupo de reforzador negativo debido a la generalización a otras áreas de la vida de los sujetos, no solo en el ámbito del laboratorio.
  • La neurorretroalimentación que reduce el coeficiente theta/alfa es exitosa en el tratamiento con niños con Trastornos del Aprendizaje y retraso en la maduración del EEG.

Información extraída de:

http://ri.uaq.mx/bitstream/123456789/2117/1/RI001619.pdf

Aida Mañero

Psicóloga

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