Los problemas de conducta son cada vez más comunes, debido al estilo educativo y al momento en el que nos encontramos, cada vez se dan más explicaciones y menos directrices lo que favorece que el autocontrol de la conducta sea menor en niños y adolescentes. Todo ello lleva a que intenten saltarse más las normas, la tolerancia a la frustración sea menor y la obediencia a la norma más difícil.
¿Cómo puede ayudar el neurofeedback en la conducta?
El control de la conducta se produce mayoritariamente en las funciones ejecutivas y corteza sensoriomotora, para lo cual es necesario que a nivel cerebral se emita cierta frecuencia cerebral, 12-15 Hz, la cual se relaciona con el autocontrol. Si el sujeto no emite dicha frecuencia o estado mental le será más difícil controlarse y tenderá a la impulsividad.
El neurofeedback permite registrar cómo se encuentra el sujeto y que detecte la forma de cambiarlo. Se lleva a cabo en entrenamiento en las áreas específicas para la generación de las frecuencias antes mencionadas.
Con este entrenamiento se obtienen resultados rápidos y eficaces que se generalizan a las diferentes situaciones.
Nosotras hemos observado como padres, adolescentes y niños verbalizan que se sienten más tranquilos y controlados, y sobre todo que se dan cuenta de cuándo pierden el control y saben cómo cambiarlo.
Belén Pozo
Psicóloga