Se considera dolor crónico aquel que persiste más de tres meses (Merskey y Bogduk, 1994; Pedrajas y Molino, 2008). Bajo la definición de dolor crónico es posible aglutinar diferentes patologías como son la lumbalgia, la fibromialgia, la artrosis o las cefaleas, entre otras.
En cuanto al abordaje de la sintomatología propia de las patologías que se encuadran dentro del dolor crónico anteriormente citadas, varios son los estudios que analizan el papel del Neurofeedback como herramienta que permita la intervención, así como sus resultados en cuanto a la eficacia comprobada.
Uno de los autores más implicado en el análisis, estudio y comprobación de la eficacia del EEG-NF en el tratamiento del dolor es Jensen. Este autor y sus colaboradores llevaron a cabo un estudio con pacientes con dolor espinal crónico, cuyos resultados sugirieron que el aumento de la actividad Alfa y la reducción de Beta en las regiones concretas T3-T4 y C3-C4 era asociada a una mejoría significativa de los efectos más adversos del dolor y el malestar psicológico asociado al mismo. (“Steps toward developing an EEG biofeedback treatment for chronic pain”).
En lo referido a la fibromialgia, el primer estudio clínico con EEG-NF fue el que llevaron a cabo en conjunto Kayiran y sus colaboradores en el cual incluyeron pacientes que cumplían por un lado los criterios “American College of Rheumatology“ (ACR) de 1990 para la fibromialgia, y por otro los del Manual de Diagnóstico Estadístico de los Trastornos Mentales-III (DSM-III). Para llevar a cabo la evaluación fueron incluidas medidas de dolor, fatiga, depresión y ansiedad, así mismo, los pacientes fueron repartidos en dos grupos de tratamiento, 18 que recibieron EEG-NF y otros 18 que recibieron tratamiento con escitalopram. Se realizaron 20 sesiones para reforzar la frecuencia en las bandas de 12-15 Hz.
Los dos grupos manifestaron una determinada mejoría, aunque aquellos sujetos que fueron tratados con Neurofeedback fueron los que experimentaron una mayor disminución de los síntomas. (“Neurofeedback intervention in fibromyalgia syndrome; a randomized, controlled, rater blind clinical trial”).
Otro estudio realizado con potenciales evocados de latencia larga (P300) evidenció que el tratamiento con Neurofeedback producía un aumento de la amplitud y un retraso en la latencia de la P300, indicando una facilitación de los mecanismos inhibitorios talamocorticales facilitando así la reorganización de las vías neurales implicadas en la amplificación de la percepción de dolor. (“Learned self-regulation of EEG frequency components affects attention and event-related brain potentials in humans”).
Aida Mañero Ocarranza
Psicóloga
Información extraída de:
http://scielo.isciii.es/pdf/clinsa/v22n1/v22n1a03.pdf
http://www.neuroclassics.org/PUBLICACIONES/MCorominas%202015%20Neurofeedback%20y%20Fibromialgia.pdf