Imagen1A lo largo de la experiencia acumulada con el trabajo con Neurofeedback, ha sido posible ir observando cómo en determinados casos a pesar de la intervención con dicha herramienta, los resultados obtenidos no son del todo los esperados y deseables.

Valorando las causas de tal hecho, se ha podido comprobar que en los citados casos resulta necesario el trabajo combinado de Biofeedback EEG (Neurofeedback) con Biofeedback de Conductancia con el fin de evaluar y modificar los niveles de activación (arousal) presentados por el sujeto, además de trabajar las ondas cerebrales implicadas en la dificultad existente. Esta intervención combinada resulta de vital importancia puesto que se ha podido comprobar que si no existen los niveles de activación óptimos resulta poco probable el aprendizaje y la posterior generalización.

En este sentido, varios son los estudios llevados a cabo hasta la fecha. Uno de ellos es el que se cita a continuación, del cual es posible extraer determinadas conclusiones interesantes para tener en cuenta a la hora de llevar a cabo una intervención de este tipo.

Para dicho estudio se formaron dos categorías, a saber, sujetos bajo y alto activado, y el test atencional Tolouse-Pieron. La muestra empleada fue de n=45 en dónde todos los sujetos fueron varones con edades comprendidas entre los 16 y 17 años.

Las conclusiones, las cuales son posible extraer, son las que se enuncian a continuación:

  • Existencia de correlaciones significativas entre niveles de activación y ejecución de la tarea. Los autores coinciden en señalar que existe una clara relación entre los niveles de activación somática y el rendimiento en diferentes tipos de tareas.
  • Niveles bajos de activación influyen negativamente en la velocidad de la ejecución y la calidad de la misma por la inclusión de material irrelevante. Los errores por omisión sin embargo, no parecen tener relación con esta variable fisiológica de activación.
  • Niveles altos activación se relacionan con una buena capacidad de ejecución y con la ausencia de inclusiones. Según se cita, como consideraba Easterbrook (1979), un aumento en los niveles de activación conduciría a un incremento de la atención selectiva reduciendo el número de estímulos irrelevantes incluidos, aumentando hasta llegar a un nivel óptimo la eficacia en la realización de la tarea.
  • Parece existir un punto óptimo de activación a partir del cual un incremento ya supone el empeoramiento en la ejecución de una tarea.

Información extraída de: M. Iglesias Suárez-Noguerol: Activación autonómica y errores cometidos en tareas atencionales. Revista de Psicología General y Aplicada, 1990, 43 (4), 463-467.

Aida Mañero

Psicóloga

 

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