Se considera la temperatura periférica, también denominada como superficial, como aquella que se registra en las regiones distales de las extremidades corporales. Se trata de la temperatura de la piel y de aquellos tejidos inmediatamente subyacentes a la misma.
El Biofeedback que ofrece información a través de dicha variable fisiológica, Biofeedback de temperatura periférica (BFB-T), ha sido ampliamente estudiado y aplicado al tratamiento de diversas y diferentes patologías, entre otras a:
- cefaleas,
- la enfermedad de Raynaud,
- la hipertensión esencial,
- la dismenorrea funcional,
- la psoriasis,
- la artritis reumatoide o
- el síndrome de colon irritable
(Sanz Fernández, Jesús (1990) Biofeedback de temperatura periférica: II. Aplicaciones al tratamiento de trastornos psicofisiológicos. Revista Española de Terapia del Comportamiento, 8 (1). pp. 17-51).
El instrumental empleado para la medición y obtención de feedback y datos objetivos y medibles, consiste en un sensor cuya colocación se realiza normalmente en un dedo de la mano y a través del cual el sujeto obtiene información precisa e inmediata a cerca de la temperatura de la piel de la zona en la que se ha colocado dicho sensor, favoreciendo de este modo que el individuo a través de la obtención de dicha información pueda modificar voluntariamente tal variable, conociendo qué ocurre a nivel interoceptivo cuando sube o baja su temperatura periférica.
Dependiendo de los autores, unos y otros consideran la consecución de dicho control en diferentes puntos y/o momentos; “según Sargent y cols (1985) se puede decir que el sujeto controla su temperatura voluntariamente si puede incrementar un mínimo de 1ºF (0.55ºC) en un minuto desde una linea base estable hallada en situación de reposo. Solbach y Sargent (1983) utilizaron un criterio de 1.5ºF/minuto (0.8ºC/minuto), mientras que el que propone Fahrion (1977) es […] entrenar al sujeto hasta que alcance de manera consistente un mínimo de 95.5ºF (35,27ºC) en su temperatura digital”. Según estas y otras diferentes investigaciones llevadas a cabo al respecto, se ha podido afirmar que son más fáciles de obtener los descensos de temperatura periférica inducidos por BFB-T que los incrementos. Además, se ha podido comprobar igualmente que dichos cambios se encuentran sujetos a diferencias interpersonales así como a habilidades relacionadas con el propio aprendizaje.
Del mismo modo, se han descrito algunas consideraciones previas que permitan una medida fiable y lo más exacta posible y que son necesarias tener en cuenta a la hora de llevar a cabo un entrenamiento, eliminando en lo posible el efecto de posibles influencias externas:
- Control de la temperatura previa a la que ha estado sometido el sujeto, en función de si proviene de un lugar o situación de frío o calor, de modo que se adapte a aquella temperatura a la que se encuentre el lugar de entrenamiento.
- Control de la temperatura ambiental del lugar de entrenamiento.
Información obtenida de:
http://eprints.ucm.es/27176/1/Biofeedback%20de%20temperatura%20perif%C3%A9rica.pdf
Aida Mañero
Psicóloga